La hormona que hace a un hombre se comporte como un “hombre” se llama testosterona. Esta es la principal hormona sexual que ayuda a expresar todas las características sexuales secundarias en los hombres. Es ella, quien es responsable del desarrollo del tejido muscular y óseo, el crecimiento del cabello masculino, la producción de esperma y muchas otras funciones.
La testosterona también es importante para mantener la libido masculina. Con la edad, la producción de esta hormona en los hombres disminuye. Como resultado, los hombres mayores de 50 años tienen menos interés en el sexo en comparación con los de 20 a 30 años. Los bajos niveles de testosterona en la sangre explican en parte el aumento significativo en el porcentaje de hombres que sufren de disfunción eréctil a partir de los 40 años.
Un bajo nivel de hormona sexual en la sangre también a veces causa el desarrollo de la impotencia sexual en hombres más jóvenes de la edad indicada. Pero en su mayor parte, este no es el único problema, porque una erección es un mecanismo complejo que incluye el trabajo de las hormonas, el sistema nervioso y cardiovascular.
¿Qué hay que saber sobre la disfunción eréctil?

Un diagnóstico de disfunción eréctil significa que un hombre no puede lograr una erección que sea suficiente para una relación sexual normal. Un tipo de impotencia también se considera la incapacidad de mantener una erección durante las relaciones sexuales.
Los casos aislados de pérdida de erección no siempre son disfunción eréctil. A menudo, tales fallas en la cama están asociadas con fatiga, estrés y la ingesta de cantidades excesivas de alcohol. Pero si los problemas con la potencia se vuelven regulares, esta es la primera señal de que un hombre puede necesitar atención médica para resolverlos.
Razones de impotencia
La disfunción eréctil afecta a aproximadamente al 48% de los hombres mayores de 70 años. A menudo, los problemas con la potencia se presentan después de los 40 años. Las razones más comunes de esta enfermedad son:
- Hipertensión
- Isquemia cardíaca
- Diabetes
- Aterosclerosis
- Hipogonadismo (una enfermedad que se desarrolla debido a la falta de testosterona)
- Enfermedad mental (ansiedad, depresión)
- Estrés
- Esclerosis múltiple
- Enfermedades de la glándula prostática
- Lesiones en el sistema urinario
El nivel de testosterona en los hombres no siempre determina la presencia o ausencia de problemas con la función eréctil. En ocasiones sucede que los hombres con niveles insuficientes de testosterona no tienen problemas con la potencia, mientras que un alto nivel de esta hormona no garantiza la ausencia de impotencia.
¿El uso de testosterona puede curar la disfunción eréctil?

No se ha confirmado la efectividad de tomar testosterona sintética en hombres que no padecen hipogonadismo. En un estudio donde se analizaba la efectividad del uso de testosterona en terapia combinada con sildenafilo para el tratamiento de la disfunción eréctil, se demostró que el uso de testosterona no llevó a mejoras estadísticamente significativas. Los resultados del tratamiento para pacientes que usan sildenafilo con o sin testosterona no fueron diferentes.
Al mismo tiempo, tomar testosterona se considera efectivo para tratar la disfunción eréctil en hombres con hipogonadismo severo y un bajo nivel de libido. Según los estudios, el nivel de efectividad de la testosterona en tales pacientes alcanzó el 65,4%. Por lo tanto, la terapia con testosterona puede ser beneficiosa en algunos grupos de pacientes.
¿Es seguro tomar testosterona?
Tomar medicamentos hormonales siempre se asocia con ciertos riesgos. En el caso de utilizar la terapia de reemplazo de testosterona en el tratamiento de la disfunción eréctil en hombres, se presta especial atención a la salud de la glándula prostática. Se cree que aumenta el riesgo de adenoma de próstata benigno en tales pacientes.
En uno de los estudios de 44 hombres con hipogonadismo, el tamaño de la próstata aumentó en un 12% con testosterona. Sin embargo, esto no afectó la aparición o empeoramiento de los síntomas del tracto urinario inferior.

Prepárate para sesiones duraderas de sexo
También existe una correlación directa entre la ingesta de andrógenos y el cáncer de próstata. Un aumento en los niveles de testosterona en el cuerpo de un hombre aumenta significativamente su riesgo de desarrollar cáncer de próstata. Además, la testosterona no se recomienda para pacientes con cáncer de próstata ya diagnosticado.
La testosterona también se asocia con la posibilidad de desarrollar una enfermedad llamada policitemia. Consiste en un nivel elevado de glóbulos rojos.
Para evitar el desarrollo de cualquiera de los efectos secundarios enumerados por tomar testosterona, se realiza un monitoreo regular de la condición de la próstata, así como un análisis de sangre. En ciertas circunstancias, el médico puede detener la terapia.
¿Cómo deshacerse de la disfunción eréctil?

Una cura completa para la disfunción eréctil es posible sólo en casos donde la enfermedad no fue provocada por el estado físico de la salud del paciente. De lo contrario, la única salida es tomar medicamentos para estimular una erección, o usar dispositivos especiales (erectores de vacío).
La más efectiva, simple y asequible es la ingesta de pastillas que pertenecen a la clase de inhibidores de la PDE-5. Estos incluyen Viagra (sildenafil), Levitra (vardenafilo), Cialis (tadalafil) y Stendra (avanafil). Todos ellos están aprobados para su uso en pacientes con impotencia.
El efecto de estos medicamentos se basa en aumentar el flujo sanguíneo al pene relajando los músculos lisos de los cuerpos cavernosos del órgano, así como la expansión de los vasos sanguíneos que conducen al pene.
El efecto de los medicamentos comienza aproximadamente una hora después de tomarlos. En el caso de avanafil, este período puede reducirse a 15 minutos, mientras que el tadalafil puede tardar aproximadamente dos horas en producir el efecto deseado.
Los medicamentos para el tratamiento de la impotencia se usan bajo demanda, es decir, cuando se planifican las relaciones sexuales. La duración de la acción de los medicamentos varía de 4 a 5 horas en sildenafil, a 36 en tadalafil. El nivel de efectividad de dichos medicamentos es del 70% a más del 80%.